Es la primera de las 3Rs nos invita a repensar nuestro consumo con el objetivo de disminuir la cantidad de residuos que generamos. Cuando empezamos a buscar objetos sin plástico, se abre un mundo nuevo que nos aleja de los grandes supermercados y nos acerca a los negocios locales y a los emprendimientos que buscan ofrecer packaging sustentable. Al mismo tiempo, nos preguntamos si realmente necesitamos tal o cual producto, de donde viene y que haremos con él cuando ya no nos sirva; todo ello buscando amainar el impacto ambiental de nuestras adquisiciones.